Las alertas permanecen encendidas en el municipio de Puerto Escondido (Córdoba) por cuenta de la aparición de unas grietas en sus suelos que están asociadas a la actividad volcánica en el territorio. La situación generó la evacuación de 113 personas que no podrán volver a ocupar sus tierras.

Las hectáreas que resultaron afectadas no podrán volver a usarse nuevamente. De acuerdo a lo dicho en los estudios preliminares, esta zona no podrá volver a ser habitada. Precisamente, esta situación ya había ocurrido hace 35 años y lo que queremos es prevenir que la gente vuelva a este lugar”, señaló Heidy Torres Becerra, alcaldesa de Puerto Escondido, en diálogo con este diario.

La emergencia derivó de un sismo de magnitud 6.6 que se registró en la noche del pasado 24 de mayo en el golfo de Urabá. El movimiento de tierra ocasionó una filtración volcánica que se desplazó hacia la zona urbana.

El censo de la alcaldía detalla que son 100 hectáreas las que quedaron perjudicadas y que desde entonces han tenido que albergar a 113 personas que perdieron sus propiedades y pertenencias.

“Les estamos brindando la alimentación, la asistencia médica y psicológica. Hay familias que lo perdieron todo y están muy afectadas porque allí tenían sus cultivos, animales y casas”, detalló Torres Becerra.

En el lugar afectado han detectado la presencia de una concentración de gas propano de hasta el 40%.

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