La capa de ozono que protege de la radiación solar se está reconstituyendo, pero algunos planes de lucha contra el cambio climático que proponen lanzar sulfuro a la estratosfera podrían poner ese escudo en peligro, advirtieron científicos este lunes.
La capa de ozono, cuyo “agujero” generó alarma en los años 1990, se habrá reconstituido en las próximas cuatro décadas de seguir con la trayectoria actual, según el informe de expertos de la ONU, Estados Unidos y la Unión Europea (UE).
El histórico acuerdo firmado por casi 200 países en 1987 en Montreal, para eliminar la emisión de aerosoles clorofluorocarburos, contribuyó enormemente a este cambio radical.
La dispersión de esas partículas industriales en la atmósfera estaba poniendo en peligro esa capa delgada y esencial para la preservación de la vida terrestre, situada a entre 11 y 40 kilómetros encima de la superficie del planeta.
“El ozono se está recuperando y esa es una buena noticia”, declaró a AFP John Pyle, profesor de la universidad de Cambridge y corresponsable de este informe, conocido como Evaluación del Agotamiento del Ozono.
La capa de ozono debería recuperar sus niveles normales, tanto en términos de extensión como de profundidad, en la región antártica (donde el agujero era más pronunciado) hacia 2066, según el informe divulgado conjuntamente por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y agencias estadounidenses y europeas.
En el Ártico la recuperación completa ocurrirá hacia 2045, y en el resto del mundo en unos 20 años.
La capa de ozono filtra la gran mayoría de los rayos ultravioleta del Sol, que daña el ADN de los seres vivos y puede provocar cáncer.
Pero a nivel terrestre, en cambio, el ozono es uno de los principales componentes de la contaminación atmosférica y un causante de enfermedades respiratorias.
La eliminación de esas sustancias que dañaban al ozono en la estratosfera permitirá reducir en hasta un grado centígrado el aumento del calentamiento del planeta de aquí a mediados de siglo, en comparación con la situación previa, en la que su uso aumentaba cada año un 3%, según el informe.
En cambio, el mundo anda mal encaminado para atajar el problema en otros frentes del cambio climático, como las emisiones de CO2 o de metano debido a los combustibles de origen fósil.
Una propuesta sería dispersar diminutas partículas de sulfuro en la estratosfera.
Algunos científicos calculan que si se inyectaran entre 8 y 16 millones de toneladas de dióxido de sulfuro en la estratosfera cada año, aproximadamente la misma cantidad que las emisiones del Pinatubo, la temperatura media del planeta bajaría 1º C.
Pero esa medida reduciría de nuevo la capa de ozono a sus niveles de 1990. Representaría “un gran agotamiento del ozono”, advierte Pyle.