Se llama Eliécer Erlington Chamorro Acosta, pero todos los conocen como Antonio García y es el jefe máximo del Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia. En respuesta a una solicitud de entrevista con CNN, el líder guerrillero aseguró, mediante respuestas escritas a un cuestionario previamente enviado, que el Gobierno del presidente Gustavo Petro no ha cumplido con el único punto pactado en la mesa de negociaciones: el alto el fuego y la participación de la sociedad civil en la construcción de la “agenda de paz”.
La reacción llega más de dos semanas después de que el 17 de enero el mandatario colombiano decidiera suspender el diálogo que mantiene con esa organización armada y declarara el estado de conmoción interior por 90 días en la región del Catatumbo, los municipios del área metropolitana de Cúcuta (Norte de Santander) y un sector del Departamento del César. El mandatario responsabilizó al ELN del estallido de violencia en el noreste del país sudamericano, que ha devenido en una de las peores crisis humanitarias de los últimos lustros.
Al tomar esas decisiones, el mandatario dijo que tenía dudas sobre la voluntad del ELN de alcanzar la paz y que la guerrilla había cometido “crímenes de guerra”. De inmediato, la Fiscalía General de la Nación reactivó las órdenes de captura contra 31 de los jefes y cabecillas del ELN, que estaban en suspenso por el desarrollo de las conversaciones de paz.
El ELN lleva más de medio siglo alzado en armas contra el Estado colombiano y ha participado en varios atentados. Uno de los más sonados ocurrió en enero de 2019, cuando la guerrilla reivindicó la explosión de un coche bomba en una escuela de Policía de Bogotá. Sin embargo, desde noviembre de 2022 y con la mediación del Gobierno de Venezuela, ha intentado llegar un proceso de desmovilización similar al que ya alcanzaron las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en 2016 con el gobierno de Juan Manuel Santos.
“El lío con este Gobierno es que, además de incumplir, no se dispone a evaluar esos incumplimientos y, por lo tanto, se niega a rectificar”, dijo García, líder de la organización tras el retiro de alias Gabino en 2021.
CNN está buscando una reacción específica del Gobierno de Petro a estos planteamientos de García. De momento, enviaron el comunicado expedido el viernes por la delegación del gobierno en la mesa de diálogo con el ELN. “La sociedad colombiana le exige al ELN parar su agresión contra la población civil en el Catatumbo. No más justificaciones de lo injustificable. No sigan inculpando al presidente Petro y al gobierno del desplazamiento forzado de decenas de miles de personas que ha traído su accionar despiadado”.
CNN consultó al senador Iván Cepeda, del partido de gobierno Pacto Histórico y miembro de la delegación de paz, sobre los señalamientos de Antonio García acerca de los supuestos incumplimientos del gobierno en las negociaciones. “El mayor incumplimiento del ELN es esta acción que estamos viendo en el Catatumbo. Una agresión totalmente despiadada contra la población que ha generado decenas de miles de personas desplazadas. Asesinatos de personas que firmaron el acuerdo de paz de 2016 y que están en condición de reincorporación, líderes sociales. Así que no es el momento de entrar en regateos con relación a cumplimientos o incumplimientos. El ELN debe decirle claramente a la sociedad colombiana si está dispuesta, como organización a transitar a la paz. Y para ello debe haber una decisión absolutamente clara”, dijo.
Escasa presencia estatal y actores armados
A mediados de enero recrudeció el enfrentamiento entre el ELN y el Frente 33 de las disidencias de las FARC en la región del Catatumbo, fronteriza con Venezuela, un lugar inhóspito donde la presencia del Estado colombiano es escasa y ha sido un foco de violencia desde hace varias décadas por el control de los cultivos de coca y las rutas para el narcotráfico.
Según el Gobierno del departamento del Norte de Santander, hasta el 1 de febrero habían recuperado los cadáveres de 52 personas, entre ellas cinco exintegrantes de las FARC, firmantes del acuerdo de paz de 2016. Además hay un registro de 53.257 personas desplazadas, otros nueve firmantes desaparecidos y más de 31.000 personas confinadas en sus viviendas.
“El ELN ha escogido el camino de la guerra y guerra tendrá (…) Todo aquel que aún mantenga su corazón firme al lado del “amor eficaz” será escuchado. Todo aquel que haya dejado que su corazón lo gane la codicia, será enfrentado”, manifestó Petro el 20 de enero al anunciar el envío de centenares de soldados a la zona para tratar de recuperar el deteriorado orden público en la región.
El 31 de enero, el presidente de Colombia también anunció una operación antinarcóticos en la frontera con Venezuela, también como parte de las medidas para intentar controlar la violencia en la zona
Según Antonio García, el enfrentamiento en la zona del Catatumbo se desencadenó después del asesinato de Miguel Ángel López, su esposa Zulay Durán y su pequeño hijo de 6 meses de nacido en el municipio de Tibú, Norte de Santander. López era el dueño de una funeraria en el pueblo. Otro hijo de la pareja, de 10 años, sobrevivió al atentado.